La Señora Cucaracha
se ha comprado una bombacha.
Toda llena de botones
y adornada con hilachas.
¡Qué bombacha mamarracha!,
le decían los ratones.
Pero a Doña Cucaracha,
no le importan las opiniones.
El Señor Cucaracho
se ha comprado un calzoncillo.
Todo lleno de lunares
y bolsillos amarillos.
¡Qué calzoncillo mamarracho!,
le decían los ratones.
Pero a Don Cucaracho,
no le importan las opiniones.
se ha comprado una bombacha.
Toda llena de botones
y adornada con hilachas.
¡Qué bombacha mamarracha!,
le decían los ratones.
Pero a Doña Cucaracha,
no le importan las opiniones.
El Señor Cucaracho
se ha comprado un calzoncillo.
Todo lleno de lunares
y bolsillos amarillos.
¡Qué calzoncillo mamarracho!,
le decían los ratones.
Pero a Don Cucaracho,
no le importan las opiniones.